Algo de historia de las Hojuelas de Albacete

Ingredientes

4 huevos.

1 copa de anís.

85 ml de aceite de girasol.

350 gr de harina de trigo.

Miel o Azúcar glace como terminación.

Preparación

Batiremos bien los huevos en un bol.

Añadiremos el anís y el aceite de girasol y seguiremos mezclando todo bien.

Incorporaremos la harina poco a poco y seguiremos amasando bien durante un rato.

La masa debe quedar con una consistencia parecida a la del pan. Haremos una bola con la misma, le echaremos un poco de harina por encima, la taparemos con un paño y la dejaremos reposar unas 2 horas.

Enharinaremos bien la mesa de trabajo y el rodillo para que no se pegue la masa.

Cogeremos un trocito de masa y formaremos una bola del tamaño de una nuez, aproximadamente.

La estiraremos con el rodillo, dejándola lo más fina posible, siempre con harina por encima para que no se rompa ni se pegue cuando la cojamos.

Una vez aplanada la masa, la cogeremos y sacudiremos la harina que tenga pegada.

La introduciremos en una sartén con abundante aceite caliente a 180º, y rápidamente pondremos una cuchara de palo en el centro de la masa y la giraremos para que se forme una especie de flor.

Cuando coja la forma, dejaremos unos segundos para que se dore un poco, le daremos la vuelta y la dejaremos otros segundos para que se dore otro poco.

La escurriremos y la pondremos en papel absorbente para que suelte el exceso de aceite.

Reservaremos en un plato aparte.

Pondremos 5 cucharadas de miel en un cazo al fuego para que fluya más líquida, y antes de que se enfríe la miel, la pondremos sobre las hojuelas, o bien, podremos poner en su lugar un poco de azúcar glace.