Algo de historia de El Postre del Abuelo de Burgos
Dice la historia que, en la ciudad de Burgos, en un mesón de toda la vida, había unos artesanos de la cocina que preparaban un rico queso con leche de oveja, llamado queso fresco o queso de Burgos. La aparición de un virus ocasiono el mal de malta y sus profesionales del queso, tuvieron que dejar de encellar la cuajada. Esto provocó que tuvieran que pasteurizar la leche, cosa que hizo que el queso perdiera calidad. Los dueños del mesón tenían que hacer algo para seguir complaciendo a los paladares más exigentes que continuaban yendo al mesón. El abuelo del mesón que cumplía 96 años en noviembre del 1978, les dio la solución. Cogieron queso de Burgos, le echaron un poco de fina miel y unas nueces peladas, lo que les hizo conseguir postre de lo más exquisito.

Ingredientes
Preparación